Los Templarios

El 18 de marzo de 1314 con el asesinato en París de su último Gran Maestre caía, víctima de una conjura de traición, celos y lucha por el poder, organizada por la corona francesa y el Papado la que quizá sea la Orden más famosa de la Historia, los Templarios.

Caballeros templarios

Pero la Historia de esta Orden se remonta al jueves 27 de noviembre de 1095, cuando el Papa Urbano II, al grito de “Dios lo quiere” ordenaba a los cristianos de occidente, pobres y ricos, llevar a cabo la primera cruzada como respuesta a la invasión de los selúcidas del interior de la Península de Anatolia. Urbano II quería ir más allá, quería recuperar para los cristianos los Santos Lugares, ver en Jerusalen ondear la bandera cristiana de la Cruz.

Urbano II

Mientras, Pedro "el Ermitaño", predicó la llamada “Cruzada de los Campesinos”, formada por los humildes, y junto 100.000 fieles emprendió el viaje hacia Jerusalen. Su viaje les llevó a cruzar Alemania, Hungría y los Balcanes hasta llegar a Constantinopla, donde el Emperador Alejo I les facilitó barcos para cruzar hasta Anatolia. El Emperador les recomendó esperar la llegada del ejercito cruzado una vez que estuviesen en Anatolia, pero Pedro desoyó este consejo y continuó su avance, pero al llegar a Nicea fueron masacrados por los selúcidas, y Pedro y los pocos supervivientes que quedaron retornaron a Constantinopla, para esta vez sí esperar la llegada del Ejército cruzado.

Pedro el Ermitaño promulgando la Cruzada de los Campesino

El ejercito cruzado tenía como punto de conexión Constantinopla, pero los 35.000 hombres que lo componían habían partido desde cuatro puntos distintos de Europa. El primer grupo llegó a Constantinopla por mar desde Bari y estaba liderado por Hugo de Vermandois, hermano del rey de Francia, que tenía el honor de portar el estandarte papal; el segundo grupo, formado por normandos meridionales estaban liderados por Bohemundo de Tarento, y se habían reunido con el primer grupo en su camino a Bari; el tercer grupo, que había atravesado Eslovenia y Dalmacia, era el más numeroso, y estaba formado por occitanos al mando de Raimundo de Tolosa, al que acompañaba el jefe espiritual de la expedición, Ademar de Le Puy; y por último estaban los caballeros flamencos y de Lorena, liderados por Godofredo de Bouillon, quienes atravesaron Alemania y Hungría en su camino hacia Constantinopla.

Una vez en Constantinopla estos guerreros fueron traicionados por el Emperador Alejo I, quien a cambio de alimentos y suministros para la aventura, pedía a los cruzados fidelidad y comprometerse a entregar todos los terrenos conquistados al Imperio bizantino. Ante la falta de alimentos, incluso agua, los cruzados tuvieron que aceptar.`

Finalmente, y tras varias traiciones más por parte de las tropas de Alejo I, los cruzados se encontraron ante Jerusalen en junio de 1099 y se prepararon para llevar a cabo un largo asedio, aunque ya solo contaban con 12.000 hombres de los 35.000 que habían iniciado la aventura, por lo que la toma casi se convertía en un sueño más que en una realidad. Pero una sorpresa cambió todo, acababan de llegar a Jerusalen unas tropas que nadie esperaba, las genovesas dirigidas por Guillermo Embriaco, que habían marchado hacia la zona en una expedición privada al margen de la papal.

En una inteligente maniobra, los genoveses habían desmantelado sus barcos y con la madera crearon torres de asedio, y la noche del 14 de julio fueron conducidas contra las murallas de la ciudad, pocas horas después, ya en el día 15, los cruzados tomaban la ciudad.

Toma de Jerusalen por los cruzados

La ciudad pasó a ser gobernada por el primer cruzado que, según se cuenta, pisó la ciudad, Godofredo de Bouillon, con el título de Protector del Santo Sepulcro, y en Julio del año 1100 moría a causa de la peste, por lo que su hermano Balduino heredaba el cargo, con el título de Rey de Jerusalen.

Pasaron veinte años desde la ocupación cristiana, y el número de peregrinos que llegaban a Tierra Santa aumentaba hasta ser una autentica oleada. En este largo viaje, los peregrinos tenían que hacer frente a grupos de forajidos que los asaltaban en los caminos, por ello un grupo de antiguos soldados de la Primera Cruzada decide no volver a casa y encomendar su vida a la protección de estos peregrinos. Estos caballeros protectores recibieron el nombre de Orden de los Pobres Soldados de Cristo, y estaban liderados por el noble francés Hugo de Payns.

Hugo de Payns

Estos Pobres Caballeros de Cristo recibieron el permiso del Rey Balduino II para asentarse en el patio contiguo a su palacio, la mezquita de Al Aqsa, que se había construido sobre las ruinas del Templo de Salomón. Pero un año después, Balduino II decide trasladar su corte a la Torre de David y estos Caballeros de Cristo pueden ocupar entonces todo el palacio, que como recordemos había sido en su momento el Templo de Salomón, y esa es la razón por la que se les empieza a conocer también como los Caballeros del Templo o Templarios.

En este momento surge la historia y la leyenda de la Orden Templaria, una orden que ha visto oscurecida su gloriosa historia por el mito generado a su alrededor. Nosotros en el programa de esta semana hemos querido repasar la historia de la Orden, alejándola de todos los mitos, tanto antiguos como modernos.

Tras repasar su historia os damos a conocer algunos detalles sobre los elementos que nos recuerdan, más de 700 años después de su desaparición, a aquellos monjes-soldados. Elementos que por cierto son de los más vendidos del mundo como recuerdos en camisetas, llaveros, colgantes, etc.

Sello Templario

Esperamos que os guste