Ruta por la Historia: Isabel II, la de los tristes destinos

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viernes, 2 de diciembre de 2016

Isabel II, la de los tristes destinos



En el programa de esta semana vamos a tratar la figura de la segunda reina en la historia de España, Isabel II, una mujer que ha pasado la historia de una manera vilipendiada, centrándose su biografía en su vida sentimental, pero que como veremos vivió uno de los momentos más importantes de la historia reciente de España. 

Isabel II de España
Isabel II de España, la de los Tristes destinos
Infancia

Fernando VII se había casado numerosas ocasiones sin conseguir descendencia, y en el año 1829 contrajo matrimonio con María Cristina de Borbón y Dos Sicilias, siendo ésta posiblemente la última oportunidad de conseguir tener un heredero al trono. Poco después, en marzo de 1830, Fernando promulgó la Pragmática Sanción, aprobada el 30 septiembre 1789, bajo el reinado de su padre, Carlos IV, pero que no se había hecho efectiva.

Fernando VII
Fernando VII, padre de Isabel y el peor Rey de la Historia de España.
De esta manera, con esta aprobación, Fernando VII se aseguraba, que si por fin tenía descendencia, aunque fuese una niña, la corona recaería sobre él o sobre ella. Dos meses después, en mayo de 1830, se anunció que en María Cristina de Borbón y Dos Sicilias estaba embarazada, y el 10 octubre daba a luz a una niña, Isabel. Este nacimiento excluía al infante D. Carlos Mario Isidro de la sucesión.

Pero los partidarios del hermano del rey no permanecieron quietos, y en 1832, cuando Fernando VII se encontraba enfermo de gravedad en La Granja aprovecharon, mediante de un complot, para que el rey firmara un decreto derogando la Pragmática, lo que volvía a colocar  a Carlos María como heredero al trono..

María Cristina, nombrada regente durante la grave enfermedad del rey (la heredera Isabel apenas tenía tres años en este momento), inició un acercamiento hacia los liberales y concedió una amplia amnistía a los exiliados, prefigurando el viraje político hacia el liberalismo que se produciría a la muerte del rey.

No obstante, Fernando VII mejoró y volvió a restituir la Pragmática Sanción, Carlos María Isidro acusado de traición tuvo que huir hacia Portugal con su familia. Finalmente en 1833, fallecía Fernando VII, sin tener hijos varones, ya que si bien es cierto que había tenido un segundo hijo, había sido otra niña, la infanta Luisa Fernanda. La corona de España recaería sobre su hija mayor Isabel II aunque como era menor el rey dejó en su testamento la orden de que María Cristina fuese nombrada Gobernadora Regente del reino.


Muerte de Fernando VII
Muerte de Fernando VII, su desaparación no puso fin a los problemas de España.

Regencia de Maria Cristina.

La regencia de María Cristina se puede dividir en dos partes: el aspecto familiar y el político. En el aspecto familiar cabe destacar el abandono que sufrió Isabel por parte de su madre, de hecho se puede afirmar que fue una niña huérfana ya que su madre prácticamente la abandonó al crear una nueva familia sólo dos meses después del fallecimiento del rey, al contraer matrimonio secreto con Agustín Fernando Muñoz y Sánchez, con el que tuvo numerosos hijos.

María Cristina de Borbón y Dos Sicilias
María Cristina de Borbón y Dos Sicilias, mala Regente pero aun peor madre.

La educación de la futura reina fue bastante limitada apenas sabía leer y escribir y tenía nociones muy básicas de comportamiento en  público, pero eso no fue culpa de ella sino de su madre que no quiso darle la formación necesaria para ser una futura reina, posiblemente la razón fuese no querer abandonar el trono ningún momento o incluso que uno de los hijos tenidos con su nuevo marido ocupase en un futuro el trono de España.

En cuanto a lo político hay que destacar el gobierno de Francisco Martínez de la Rosa quien marca la transición al nuevo liberalismo, llevando a cabo el Estatuto Real del 16 abril 1834, que tenía que sustituir a la constitución de 1812. Éste estatuto establece la reunión de las Cortes en dos cámaras:

- el estamento de los próceres, lo que sería el actual Senado, Cámara de no elegidos formada por los grandes de España.
- el estamento de los procuradores, lo que sería el actual Congreso de los diputados, que serán elegidos por sufragio censitario.

No obstante, este estatuto real no convenció ni a conservadores ni a liberales, y además mártires de la Rosa se debe enfrentar al problema de la guerra carlista.

Estatuto Real de 1834
Estatuto Real de 1834, sustituta de la Constitución de Cádiz

El siguiente jefe de gobierno será José María Queipo de Llano que colabora en la transición hacia el liberalismo pero que resulta impotente frente a los desórdenes públicos que suceden, por lo que es sustituido por Mendizábal. Este Presidente será recordado siempre por la desamortización que lleva su nombre. en primer lugar aprobó los decretos de supresión de los conventos de menos de 12 religiosos y la disolución de las religiosas salvo las hospitalarias

La idea principal, precisamente, es la declaración de venta de las propiedades de las corporaciones religiosas suprimidas. Con esta medida se persigue destinar el dinero obtenido a pagar la deuda pública; transformar la propiedad amortizada en propiedad privada plena; con ello, fomentar la producción agrícola y el comercio. Finalmente, informa de la forma de pago, aclarando que se acepta tanto dinero en efectivo como títulos de deuda pública.


Mendizabal
Juan Álvarez Mendizabal, padre de la desamortización.

En el discurso que Mendizábal prepara a la reina gobernadora para la apertura de las Cortes se proponen a los procuradores tres proyectos de ley: la institucionalización de la prensa libre, la responsabilidad ministerial y la reforma electoral, lo que habría un debate entre los partidarios del sufragio indirecto y los que quieran introducir el sufragio directo.

A pesar de todas estas medidas Mendizábal sufre una campaña de desprestigio lo que provoca su caída y el nombramiento de Francisco Javier de Isturiz con el que se aprueba la constitución del 18 junio 1837, aquella que la reina gobernadora jura acompañada de su hija en el convento del espíritu Santo, habilitado como sede de las Cortes.

El nuevo presidente del gobierno fue José María Calatrava, que nombró Ministro de Hacienda Mendizábal, siguiendo esta manera una línea continuista. Mendizábal aprovechó para concluir el proceso desamortizador llevando a cabo la supresión de los diezmos. Calatrava impulso una política social que le permitió aprobar la primera ley que regulo y reconoció la libertad de imprenta en España.

La nueva constitución, estableció unas cortes bicamerales: el Senado, designado por la reina; y la cámara baja, elegida por sufragio censitario. La corona podía disolver las cortes, en las que actúa como moderadora, y vetar las leyes. Es el primer poder del estado, aún que tiene poderes limitados por las Cortes, eso sí están en un plano inferior.

La constitución se elaboró mientras los carlistas se encontraban a las puertas de Madrid, por lo que el General Espartero fue el encargado de dirigir a las tropas fieles a la regente y evitar la acometida de la expedición que se aproximó a Madrid, finalmente tras una campaña victoriosa consiguió firmar la paz con el General carlista Maroto en lo que se conoce como el Abrazo de Vergara.

Abrazo de Vergara
Abrazo de Vergara entre Espartero y Maroto que ponía fin a la Primera Guerra Carlista.
La alternancia entre moderados y progresistas, que aparecía reflejada la constitución, se frustró cuando el gobierno moderado de Pérez de Castro presentó un proyecto de Ley de Ayuntamientos. Los progresistas recurrieron a la presión popular durante el debate de la ley y, cuando la ley fue aprobada sin admitir sus enmiendas, abandonó la Cámara, con lo que cuestionaron la legitimidad de las Cortes. Los progresistas iniciaron una campaña para que la regente María Cristina no sanciona la ley bajo la amenaza de rebelión y cuando vieron que la regente estaba dispuesta a firmarla dirigieron sus peticiones al General Espartero, que se mostraba más próximo al progresismo que al moderantismo.

La regente era consciente de que el sistema se encontraba en una grave crisis y se trasladó a Barcelona en unas pretendidas vacaciones con Isabel para aliviar las dolencias dermatológicas de la niña y entrevistarse secretamente con Espartero. En esta reunión la Regente ofrece a Espartero el cargo de Presidente del Gobierno, pero éste, para aceptar la presidencia, exigió que María Cristina no sancionara la ley de ayuntamientos, así que cuando el 15 julio 1840 la regente firmó la ley, porque dar marcha atrás en algo que ya había anunciado públicamente que iba a ser supondría el sometimiento a Espartero, éste le presentó la renuncia de todos sus grados, empleos, títulos y condecoraciones.

En Barcelona y Madrid hubo altercados entre moderados y progresistas, entre partidarios de la regente y de Espartero. En esta situación María Cristina no consideró conveniente permanecer en Barcelona ya queda una ciudad regida por los progresistas y se trasladó a Valencia. Espartero trató de aparentar que defendía a la regente, pero simplemente era un gesto.

A partir del 1 de septiembre de 1840 estallaron revueltas progresistas por toda España en las que se formaron juntas revolucionarias que desafiaron la autoridad del Gobierno. La primera fue la de Madrid encabezada por el Ayuntamiento que publicó un manifiesto en el que justificaba su rebelión con una defensa de la amenazada constitución de 1837, por lo que exigían que se suspendiera la promulgación de la ley de ayuntamientos, se disolvieron las Cortes y se nombrará un gobierno compuesto por hombres decididos.

María Cristina ordenó al general Espartero que reprimiese la rebelión pero éste se negó, por lo que no tuvo más remedio que aceptar el nuevo gobierno presidido por el General Espartero y compuesto de progresistas. El programa que presentó no sólo contemplaba la suspensión de la aplicación de la ley de ayuntamientos y de la disolución de las Cortes sino la renuncia de María Cristina la regencia. En el escrito que envió a la regente se decía: "hay señora, quien cree que vuestra majestad no puede seguir gobernando la nación, cuya confianza dicen ha perdido, por otras causas que deben serle conocidas mediante la publicidad que se les ha dado", en referencia al matrimonio secreto de la reina. María Cristina renunció a la regencia pidiendo a Espartero que se encargara de la misma el 12 octubre 1840.


Regencia de Espartero.

En primer lugar, Espartero sigue con la desamortización, y además de nacionalizar bienes de la Iglesia, también nacionalizar impuestos de la misma, como el diezmo, lo que supone un enfrentamiento directo con la Iglesia, una ruptura diplomática entre Roma y España que provoca el aislamiento de Espartero en Europa, teniendo como único apoyo exterior a Inglaterra.


Espartero
Baldomero Espartero, General y segundo  Regente de Isabel II
La segunda reforma des partero es la cuestión foral, aprobando una ley de descentralización administrativa lo que en la práctica conlleva la eliminación de los fueros algo que el general había aceptado mantener en la firma de la Paz de Vergara, por lo que esta ley provoca un enfrentamiento con los carlistas.

A finales de 1841 y principios de 1842 se producen en Barcelona alzamientos, como consecuencia de un acuerdo comercial librecambista entre España e Inglaterra era perjudicial para la industria textil catalana. El gobierno establece el estado de sitio y bombardean la ciudad en 1842, este bombardeo supone una caída en la popularidad Espartero.

Bombardeo de Barcelona de 1842
Bombardeo de Barcelona de 1842, que provocó la caída de Espartero.

Estos años fueron años de continuo conflicto entre moderados y liberales siendo apoyados los primeros por María Cristina de Borbón que vivía en París y desde allí quería provocar la caída de Espartero, ya que él había provocado su salida de España y el gobierno. Como ejemplo de la manipulación de María Cristina tenemos el asalto al palacio real del 7 octubre 1841 cuando María Cristina ordenó a los Generales Diego de León, Concha y Pezuela que secuestraran a la reina niña Isabel y la trasladasen al País Vasco. No obstante, esta conjura fracasó gracias a la rápida intervención de Espartero.

Los intentos de sublevación de los moderados no acaban aquí, pero siguen fracasando hasta 1843. siendo los artífices de estos levantamientos el General O´Donnell y el General Narváez. En la sesión parlamentaria del 20 mayo 1843 se produce la ruptura formal entre el gobierno y las cortes. Salustiano Olózaga representante de la oposición progresista pronuncia el célebre discurso de "¡Dios salve al país!  ¡Dios salve a la Reina!". Esta situación provoca que el regente se vea obligado a disolver el Congreso el 26 mayo 1843.

En 1843 acaba finalmente la regencia de Espartero, cuando una moción de censura provoca la caída del presidente del gobierno puesto por el regente y coloca en el poder a Joaquín María López, intenta llevar a cabo una reforma constitucional que debería dar lugar a la monarquía parlamentaria, pero Espartero no admite esta reforma y Joaquín María López dimite, y en verano de 1843 se produce un alzamiento militar contra Espartero en el que se unen los líderes civiles, progresistas, los moderados y los carlistas, como vemos todas las fuerzas políticas estaban en contra del regente. Este levantamiento general provoca que el regente tenga que huir a Cádiz donde se embarcó en el crucero británico meteor y puso rumbo hacia Londres.

En la sesión del 10 noviembre 1843  la joven reina Isabel segundo a jura la constitución de 1837 en el palacio del Senado, habiéndose declarado su mayoría de edad, aunque realmente le falta un año para cumplirla de acuerdo con el artículo 56 de la constitución de 1837.


Proclamación de Isabel II
Proclamación de Isabel II como Reina de España.
Reinado Isabel II

El primer gobierno recae sobre Salustiano Olózaga, líder del sector templado del progresismo. No obstante se tiene que enfrentar nuevamente a la Ley de Ayuntamientos, pero las Cortes no le apoyan. Olózaga recurre a la reina para pedir la que disuelva las Cortes y convoque a nuevas elecciones esperando que éstas le proporcionasen una cámara más afín, en vez de presentar la dimisión al haber perdido la confianza de las Cortes. Fue entonces cuando se produjo el llamado incidente Olózaga, que conmocionó la vida política, ya que el presidente del gobierno fue acusado por los moderados de haber forzado a la reina a firmar los decretos de disolución y convocatoria de Cortes. A pesar de que el presidente proclamó su inocencia no tuvo más remedio que dimitir, y el nuevo presidente fue el moderado Luis González Bravo.

El gobierno de Luis González Bravo inicia el camino hacia el moderantismo, llevando a cabo la disolución de la milicia nacional y estableciendo una severa censura de prensa, pero quizá lo más relevante fue la creación de la Guardia Civil por real decreto del 23 marzo 1844, con el Duque de Ahumada como gran impulsor.

Guardia Civil 1840
Uniforme de diario 1840 de Guardia Civil  
Al finalizar la guerra de la independencia contra Francia, la debilidad del estado hace que la inseguridad se apoderó de los caminos españoles, donde destaca la figura de los bandoleros tales como el Tempranillo, Juan Palomo o Luis Candelas.La gravedad del fenómeno hace que se intenta establecer un cuerpo de policía de ámbito nacional que vele por la seguridad pública. Los progresistas de las Cortes de Cádiz reunificar la milicia nacional para combatir la seguridad creciente pero fue disuelta por Fernando VII, que en 1820 pasa a crear el cuerpo de voluntarios realistas.

Con el alzamiento de Riego, el Teniente General D. Pedro Agustín Girón y de las Casas, primer Duque de Ahumada, militar de ideas liberales, es nombrado Ministro de la Guerra, y consigue un proyecto de instituto armado para el mantenimiento del orden público: la Legión de Salvaguardias nacionales que, inspirada la gendarmería nacional francesa, debería combatir la delincuencia y garantizar la libre circulación de bienes y personas. Este proyecto no fue aprobado por las Cortes generales pero inspiró a su hijo, el segundo Duque de Ahumada, en su idea de la futura guardia civil.

En 1836, la desamortización de Mendizábal, expropiando las tierras de manos muertas del clero produce un fraccionamiento de la propiedad rural que plantea una mayor demanda de seguridad. El gobierno de Luis González bravo suprimió la milicia nacional en 1844, lo que hacía cada vez más necesaria una institución de carácter nacional independiente de las oscilaciones de los distintos gobiernos.

Así, el 28 marzo 1844, se produce la creación oficial de la Guardia Civil cuando, por Real Decreto, se crea un cuerpo especial de fuerza armada de infantería y caballería, bajo las dependencias de Ministro de la Gobernación y con la denominación de guardias civiles. A los efectos organizar esta nueva fuerza se comisiona al Mariscal de Campo D. Francisco Javier Girón y Ezpeleta, segundo Duque de Ahumada.


Francisco Javier Girón y Ezpeleta
Francisco Javier Girón y Ezpeleta, II Duque de Ahumada y "padre" de la Guardia Civil.
El reto es poner en marcha una institución que, caracterizada por suficiencia y, en términos del Real Decreto, se destine a proteger eficazmente las personas y las propiedades. Para ello, propone que la buena civil sea una organización basada en la calidad.

El 20 abril 1844, el II Duque de Ahumada elaboró un informe, de cuya aceptación hacía depender su vinculación al proyecto, y sugiere cambios organizativos y aboga por una mayor una remuneración de los guardias civiles. El informe provocó la derogación inmediata del decreto anterior, que ni siquiera entró en vigor, para dar lugar al definitivo Real Decreto del 13 mayo, presentado por el Presidente del Gobierno y Ministro de la Guerra, Narváez, auténtico decreto fundacional de la guardia civil.

La organización dependerá del Ministerio de la Guerra en lo concerniente a su organización, personal, disciplina, material y percibo de sus haberes, y del ministro de la gobernación en lo relativo a su servicio peculiar y su movimiento. Inicialmente se compondrá de 14 jefes, 232 oficiales y 5769 guardias repartidos en 14 tercios. En cada uno de estos tercios se encuadraría un número variable de compañías de infantería y un escuadrón de caballería.

En el verano de 1844 se inició reclutamiento de los primeros aspirantes, ese mismo año y ante los futuros oficiales, el II Duque de Ahumada pronunció un discurso en el que presentó una lista de obligaciones, sacrificios y deberes dejando en un segundo plano las retribuciones y las recompensas, negando al cuerpo o militancia política de cualquier tipo. Lo esencial era que la guardia civil sirviera a España y a los españoles independientemente de la forma política que el país quisiera adoptar.

El 1 de septiembre de 1844, día de la designación del duque de ahumada como inspector general de la guardia civil, tuvo lugar la presentación oficial del cuerpo mostrando una nueva uniformidad en la que la nota distintiva era un original sombrero de tres picos de origen francés: el tricornio.

El 10 octubre 1844, cumpleaños de la reina Isabel II y, con ocasión de la constitución de las Cortes generales, la recién creada guardia civil realiza su primer servicio consistente en cubrir la carrera de la comitiva de la reina desde el palacio hasta las Cortes.

Las elecciones de enero de 1844 fueron ganadas por los moderados, lo que provocó levantamientos progresistas en varias provincias, los líderes prosistas fueron encarcelados durante seis meses. En mayo el General Narváez asume la Presidencia del Gobierno, inaugurando la llamada década moderada.

Ramón María Narváez
El General Narváez, Presidente del Gobierno con el que se inicia la Década Moderada.
Entre los temas a los que se enfrenta el gobierno durante este período, está la cuestión sobre el matrimonio de la reina. Tras la discusión sobre los distintos candidatos propuestos, finalmente se elige al candidato español, que además es el menos controvertido y posiblemente con menos carácter de todos, Francisco de Asís Borbón, a pesar de los rumores que corren acerca de su homosexualidad. Finalmente se celebra el matrimonio real el 10 octubre 1846.

Francisco de Asis y Borbón
Francisco de Asis y Borbón, esposo de Isabel II

En los años que van de 1843 a 1850 se construye el nuevo palacio del Congreso de los diputados, en el mismo solar donde se encontraba el convento del espíritu Santo. La primera piedra se colocó 10 octubre 1843 y el 31 octubre 1850, la Reina Isabel II inaugurará el edificio del Congreso de los diputados siendo Narváez Presidente del Gobierno.

Congreso de los Diputados
Inauguración del Congreso de los Diputados.

También se regula la educación a través del Plan Pidal, que centralizaba en manos del Estado la educación y organizaba la misma en tres niveles: estudios primarios, secundarios y universitarios. De esta manera nacían los Institutos donde se debía impartir la enseñanza secundaria y que cada capital de provincia debía contar como mínimo con uno. Se creó además un Consejo de Instrucción Pública que tenía como fin regular los contenidos de los libros de texto. En un principio se apostó por una enseñanza laica, pero esta disposición quedó anulada más adelante con la firma del concordato de 1851.

La revolución de 1848 en Francia y la proclamación de la República francesa, extendió los ideales liberales por toda Europa. Entonces Narváez, como la propia reina, pensó que el turno con los prosistas podría abrir paso a la revolución, con lo que su gobierno dio un giro autoritario para prevenir desórdenes. En el debate que se produjo en el Congreso de los diputados sobre el Proyecto de Ley presentado por el Gobierno de Narváez de suspensión de las garantías constitucionales, los progresistas se ofrecieron como alternativa con un gobierno presidido por Espartero que impidiera con reformas que estallara la revolución también en España. La propuesta no fue aceptada, entre otras cosas porque ni la reina madre María Cristina, ni Isabel II guardaban un buen recuerdo de la actuación del general Espartero..

La revolución de 1848, protagonizada por el movimiento obrero y la burguesía más liberal, provocó insurrecciones el interior de España, duramente reprimidas; Narváez duró en el gobierno hasta el 10 enero 1851 fue sustituido por Juan Bravo Murillo.

Los sucesivos gobiernos moderados trataron de apaciguar el enfrentamiento con la Santa Sede como consecuencia de los procesos de desamortización llevados a cabo por Mendizábal.

Finalmente se firma con el Papa Pío IX el Concordato con la Santa Sede, y venía establecer una política de protección de los bienes del Iglesia Católica ante posibles nuevos procesos de desamortización; se frenó la venta de los que todavía estaban en poder del estado y la Iglesia o compensaciones económicas, además recuperó gran parte del poder a nivel educativo que tenía asegurándose que toda la educación que se daban a España era acorde al catolicismo.


Pío IX
El Papa Pío IX, artífice del Concordato que volvía a acercar a España con el Vaticano.
En febrero de 1852 la Reina Isabel se encontraba en el interior del palacio real, disponiéndose para acudir a la misa de parida en Iglesia de Atocha de Madrid. Ese mismo día el cura Merino, un eclesiástico de ideas liberales, consiguió entrar en el edificio sin ser detenido por la guardia real. Cuando el cura Merino y la reina se encontraron en una de las galerías del palacio a las 13:15 horas, Merino extrajo de su sotana un estilete y asestó a la reina una cuchillada rozando el brazo derecho y provocándole una herida de los 15 mm de ancho; el golpe fue amortiguado por el recamado de oro del traje y por las ballenas del curso de la reina. La reina sufrió un desvanecimiento y los médicos pensaron que el cuchillo podía estar envenenado, no obstante tan diferentes estudios se comprobó que esto no fue así y la reina se recuperó.

intento asesinato Isabel II
El corsé que vestía Isabel II y que evitó el magnicidio.

Merino fue detenido por la guardia real sin oponer resistencia, tras un primer interrogatorio en el que confesó haber actuado solitario informó que su intención era asesinar a Narváez y a María Cristina de Borbón. Esa misma noche fue conducido a la cárcel del Saladero. El 3 febrero se celebró el juicio con la ausencia de Merino, que declinó hallarse presente. Ese mismo día el tribunal sentenció a Merino a morir en garrote, algo que ocurrió el 7 febrero.

La reina quedó completamente restablecida de la herida 10 días después; en agradecimiento por la recuperación de su salud y por el nacimiento de una de sus hijas, se dispuso la apertura de la suscripción popular para la construcción del Hospital de la Princesa.

En 1 de diciembre de 1852 era derrotado el candidato gubernamental a la Presidencia del Congreso de los Diputados, y la respuesta de Bravo Murillo no fue dimitir, conforme a los usos parlamentarios, sin obtener de la reina al día siguiente el decreto de disolución de las Cortes para así conseguir la elección de unas cámaras afectadas que aprobaron la reforma de la constitución de 1845 el gobierno había presentado.

La respuesta de los moderados de Narváez, unido ahora a los moderados puritanos y a los progresistas fue pedir la dimisión de Bravo Murillo, que se hizo efectiva el 14 diciembre, pero la reina no llamó formar gobierno a un político que tuviera suficiente respaldo las Cortes, sino un hombre de su confianza Federico Roncali, al que sucedieron Lersundi Hormaechea y Sartorius.

Ante la inestabilidad política se sumó la acusación de corrupción, como la concesión arbitraria de licencias para el trazado de líneas ferroviarias si la correspondiente autorización parlamentaria, o la pretensión de que las mismas fueran aprobadas por decreto lo que fue rechazado por el Senado. la consecuencia de todo ello fue el desprestigio de la corona


Revolución de 1854. La Vicalvarada.

La relación de los usos parlamentarios provocó el acercamiento entre los moderados del General Narváez y los moderados puritanos de Pacheco y Ríos Rosas con los progresistas del General Espartero y Salustiano de Olózaga, que llegaron a formar un comité electoral para presentar candidaturas conjuntas en las elecciones cuyo objetivo era la conservación del régimen representativo que veían en peligro.

Asimismo, los puritanos Ríos Rosas y Pacheco entró en contacto con varios militares a fines, como un general O´Donnell, y progresistas, como los Generales Domingo Dulce y Ros de Olano, para organizar un pronunciamiento cuyo objetivo era obligar a la Reina Isabel II a sustituir el gobierno de Luis José Sartorius, que carecía de apoyo en las Cortes y que sólo se sustentaba por la confianza de la corona, por otro de conciliación liberal.

Leopoldo O´Donnell
Leopoldo O´Donnell, artífice de la Vicalvarada.

El pronunciamiento lo inició el General O´Donnell el 28 julio 1854, pero el enfrentamiento dos días después con las tropas fieles al gobierno la localidad de Vicálvaro resultó indecisa, ya que ambos bandos se decían vencedores, O´Donnell se retiró hacia el sur encaminándose a Portugal, aguardando que otras unidades militares se sumaron al movimiento. En su persecución serán las tropas del gobierno, dejando de desguarnecida la capital.

Vicalvarada
La Vicalvarada, aunque fue una batalla indecisa provocó el fin de la década moderada.
Ante el fracaso del pronunciamiento, los militares que lo encabezaron buscaron el apoyo popular, por lo que O´Donnell se reunió con el General Serrano en Manzanares, quien le convenció de que era necesario dar un giro al movimiento ofreciendo cambios políticos. Así surgió el Manifiesto de Manzanares, redactado por un joven Antonio Cánovas del Castillo, donde se planteaba la conservación del trono, pero sin camarilla que no deshonra y se prometía la rebaja de los impuestos y el restablecimiento de la milicia nacional, la aprobación de nuevas leyes de imprenta y electoral, la convocatoria de Cortes y la descentralización administrativa.


Manifiesto de Manzanares
Manifiesto de Manzanares, redactado por Cánovas del Castillo.
Progresistas y demócratas iniciaron la insurrección el 14 julio en Barcelona y el 17 de ese mismo mes en Madrid donde fueron asaltados los palacios del Presidente del Gobierno así como el de la Reina Madre. La reina destituyó al Presidente del Gobierno sustituyéndolo por el General Fernando Fernández de Córdoba que formó un gobierno en el que había moderados puritanos y progresistas pero que a los dos días cedió la Presidencia al Duque de Rivas, quien también sólo duró dos días más, ya que la revuelta popular hizo imposible que los militares pronunciados O´Donnell y Serrano pudieran aceptar el arreglo de compromiso que ofreció el gobierno.

Finalmente la reina se decidió a llamar al General Espartero, a la vez que pedía a O´Donnell que regresar a la corte. Al aceptar el cargo, Espartero exigió la convocatoria de cortes constituyentes, que la Reina Madre María Cristina respondiese las acusaciones de corrupción y que Isabel publica su manifiesto reconociendo los errores cometidos. La reina aceptó todas sus condiciones.

El 28 julio de 1854 el General Espartero hacía su entrada triunfal en Madrid aclamado por la multitud, abrazándose con su antiguo enemigo el General O´Donnell, dando comienzo de esta manera al Bienio Progresista.


Espartero en Madrid
Entrada triunfal de Espartero en Madrid que da inicio al Bienio Progresista.
Espartero propone a la Reina la convocatoria de nuevas Cortes constituyentes, y que éstas estén formadas sólo por el Congreso de los diputados, para impedir la presión conservadora del Senado. Tras las elecciones, las nuevas Cortes constituyentes abren sus sesiones el 8 noviembre 1854. En el discurso de la reina, Isabel II recobra el apoyo popular al acercarse a los progresistas. En primer lugar, se discute el tema de la soberanía nacional. Los derechos individuales quedan reforzados y garantizados. Pero si hay un tema conflictivo es la cuestión religiosa, donde se abre un debate entre los partidarios de recoger en el texto la unidad católica de España y los que pretenden introducir la libertad de cultos.

La Constitución española de 1856 no llega a regir en España, pues, discutida y votada por las Cortes constituyentes, antes de llegar a promulgarse, se publica el Real Decreto del 15 septiembre 1856, que restablece la constitución del 23 mayo 1845.

En este bienio progresista destaca la ley desamortizadora promulgada el 1 de mayo de 1855, conocida como la desamortización de Madoz, por la cual se ponían en venta después de ser expropiados los bienes de los municipios, órdenes militares, hospitales, hospicios y casas de misericordia, con el objeto de obtener fondos para el estado. Las consecuencias negativas también la sufrieron los aldeanos de bajar rentas, ya que utilizaban las tierras comunales de los municipios para subsistir, y al quedar esas tierras en propiedad privada no las podrían utilizar.

Pascual Madoz
Pascual Madoz, artífice de la segunda desamortización
Por otra parte se llevó a cabo la Ley de ferrocarriles, por la que se daban grandes beneficios y privilegios a quienes invirtieran en la construcción del ferrocarril, puesto que este medio de transporte era imprescindible para el proceso de industrialización. Con esta ley los inversores extranjeros, especialmente Francia y Reino Unido, emplearon capitales en la construcción de vías férreas relanzando además la actividad de los bancos. Finalmente se regularon las leyes liberalizadoras de las sociedades anónimas y de los bancos que permitieran la expansión del sistema financiero para el desarrollo industrial.

La conflictividad social exhibió en los primeros meses de 1856 fue aprovechada por O´Donnel, Alentado por el general Serrano, para hacer un discurso catastrofista en las Cortes que estaba destinado a acabar con el gobierno progresista del General Espartero en el que él era Ministro de Guerra.

Como los desórdenes habían participado miembros de la milicia nacional, O´Donnell planteo en el seno del gobierno su desarme y que la represión corriera a cargo del ejército. El Ministro de la Gobernación, Patricio de la Escosura, viajó a Valladolid para juzgar sobre el terreno la situación y la actuación de las autoridades para reprimir el descontento. Allí pudo ver cómo los militares estaban recurriendo a medidas extremas sometiendo a civiles a consejos de guerra y ejecutándolos, por lo que propuso el presidente que destituyera a O´Donnell, ya aquí como ministro de la Guerra era el responsable último de las mismas. Además advirtió al Presidente Espartero, sin que éste hiciese caso, de que O´Donnell y Serrano conspiraban contra él.

Patricio de la Escosura
Patricio de la Escosura, Ministro de Gobernación y primera victima de la conjura O´Donnell-Serano.
O´Donnell se enfrentó a Escosura, recibiendo el apoyo de la Reina, quien aceptó la dimisión del Ministro de la Gobernación y la posterior de Espartero, que desde ese momento se sintió desautorizado. A continuación la Reina nombró al General O´Donnell Presidente del Gobierno. Su nombramiento fue publicado el 14 julio 1856 y fue acompañado de la declaración del estado de guerra en toda España, en previsión de las revueltas de los progresistas y de los demócratas así como de la reacción del propio Espartero.

La primera reacción se produjo el mismo día 14 Julio cuando un grupo de diputados se reunieron en el Congreso de los diputados para votar de forma casi unánime la censura al nuevo gobierno, propuesta por Pascual Madoz. Entonces O´Donnell ordenó bombardear el edificio. Los milicianos que defendían los accesos al palacio fueron abandonando sus posiciones y los diputados que habían resistido hasta el último momento abandonaron el edificio y se marcharon a sus casas. La milicia nacional de Madrid estaba dispuesta a resistir y a que fuera Espartero quien les dirigiera. Pero el General se negó a asumir la dirección del movimiento, esto facilitó la victoria del ejército, que tomó las calles de Madrid recurrió incluso la artillería para aplastar a la milicia.

El 2 septiembre 1856 se declaraban cerradas definitivamente por Real Decreto las Cortes constituyentes, cuando aún no se había proclamado la constitución. Finalmente por otro Real Decreto, se restableció la constitución de 1845 modificada con un acta adicional que liberalizaba su contenido. Así moría el bienio progresista y nacía el Bienio Moderado que va de 1856 a 1858, la Presidencia del Gobierno recae inicialmente en Narváez, quien formó un gobierno reaccionario con la intención de volver a la situación anterior al bienio progresista, lo que pronto se demostró que era imposible.

Una de sus primeras decisiones fue anular el acta adicional que se puso a la constitución de 1845, y después de varios meses, Narváez consideró que había llegado el momento de restablecer la normalidad constitucional y convoco elecciones para el 25 marzo 1857. La manipulación del gobierno fue escandalosa y los moderados obtuvieron una mayoría tan aplastante que dejó prácticamente fuera del parlamento a los progresistas.

En julio de 1857, las Cortes aprueban una ley que reforma la constitución en un sentido reaccionario, declaraba senadores hereditarios a la nobleza grande de España, re establecía el mayorazgo y lo completo con una ley de prensa calificada de encarcelación de la imprenta que incluía la censura de las obras literarias al establecer el cargo de censor especial de novelas.

Además aprobaron la Ley de Instrucción pública promovida por el Ministro Moyano que iba a fijar el marco legal del sistema educativo español durante más de un siglo, se permitían los colegios religiosos, y en aplicación al concordato de 1851 se concedía a la Iglesia Católica el derecho de inspeccionar que las enseñanzas que se impartieron tanto las escuelas públicas como las privadas fueran conformes con la doctrina católica.

Claudio Moyano
Claudio Moyano, padre de la Ley de Instrucción Pública.
Por otro lado durante el gobierno de Narváez y los consiguientes gobiernos moderados se acabaron las obras públicas del Canal del Ebro y el Canal de Isabel II.

El año 1857 se produjo una grave crisis de subsistencias provocada por la escasez de trigo, lo que provocó un notable aumento de la conflictividad social. El gobierno la combatió realizando importaciones masivas de cereal y, sobre todo, recurriendo a la represión, permitiendo a los distintos capitanes generales que organizasen partidas rurales para mantener el orden en el campo y que la policía realizará detenciones arbitrarias en las ciudades.

Lo que hizo caer al gobierno de Narváez en octubre de 1857 fue una intriga de palacio. El amante de la Reina, Enrique Puigmoltó, un joven oficial de ingenieros, no mantenía buenas relaciones con Narváez. También corrió el rumor de que Narváez se había enfrentado a espada con el Rey consorte. Eso sí lo que parece ser del detonante final fue la pretensión de la reina de formar un gobierno sin presidente con lo que los ministros despacharían directamente con ella, que sería la virtual presidenta. Cuando consultó este proyecto con algunos políticos estos se lo desaconsejaron, por lo que la Reina destituyó a Narváez y buscó para sustituirlo al General Francisco Armero. Este gobierno apenas duró tres meses y fue derrotado por los votos de los diputados moderados encabezados por Bravo Murillo que gozaban de mayoría en la Cámara.

El siguiente gobierno encabezado por Javier Istúriz y apenas duró seis meses y finalmente en 1858 la reina llamó de nuevo al poder a O´Donnell dando lugar al llamado gobierno largo del general O´Donnell (1858/1863).

Este nuevo gobierno estaba integrado por los miembros de su partido, llamado Unión Liberal y cuyo ideólogo principal fue Posada Herrera quien ocupó la cartera de Gobernación.

Posada Herrrera
José de Posada Herrrera, cerebro creador del partido Unión Liberal.

El gobierno inmediatamente depuró la listas electorales de los errores intencionados que habían sido introducidos para perjudicar a los progresistas y nombró Senadores a alguno de ellos, como los generales San Miguel y Juan Prim que acabarían integrándose en la Unión Liberal; restableció en su integridad la constitución de 1845 y reanudó la venta de los bienes nacionales desamortizados. Pero dejó fuera de la desamortización a los bienes eclesiásticos para evitar las protestas de los obispos y la ruptura con la Santa Sede.

Las elecciones del 31 octubre de 1858 dio la mayoría absoluta al unión liberal. Los moderados vieron reducida considerablemente su presencia y se quedaron sin líder parlamentario porqué Bravo Murillo decidió retirarse.

En el discurso de la Corona en la apertura de la legislatura de las Cortes del 1 de diciembre ya se hizo mención a las tres aventuras imperiales en las que iba a embarcarse el nuevo gobierno: la amenaza a México de que sería atacado sino satisfacía el pago de la deuda; la amenaza al Sultán de Marruecos de que respetara al pabellón español; la comunicación de que España iba a participar en el cuerpo expedicionario que Francia iba a enviar a Cochinchina para acabar con los atentados de los que fueron víctimas misioneros españoles. A estas empresas también se sumaron la reincorporación de Santo Domingo a la Corona española en 1861 y la intervención militar en Perú conocida como la Guerra del pacífico.

A principios de 1860, en plena guerra de África, salió a la luz una conjura carlista que pretendía situar en el trono al Conde de Montenolín, hijo de Carlos María Isidro de Borbón. En el complot estaban implicados el Rey consorte, Francisco de Asís, así como destacados personajes de la corte, de la nobleza, de la iglesia, del ejército y del mundo de los negocios. La operación consistía en desembarcar en San Carlos de la Rápita con 3600 hombres. Pero el alzamiento carlista resultó un fracaso completo, ya que los soldados se negaron a combatir contra ejército de la Reina.

San Carlos de la Rápita
Orden de búsqueda y captura de Cabrera, lider de los sublevados.

En junio de 1861 comenzó la sublevación campesina de Loja que se extendió por el resto de las provincia de Granada,  y posteriormente por Málaga y Córdoba. El levantamiento encabezó un veterinario de Loja de ideas republicanas que logró movilizar a unos 10.000 campesinos quienes protagonizaron disturbios, ocupaciones y enfrentamientos tanto con la Guardia Civil como con el Ejercito. De esta manera saltó al primer plano de la política la situación que padecían 5 millones de jornaleros andaluces.

En diciembre de 1861, el líder del partido progresista denunció las Cortes la influencia de la camarilla clerical sobre la Reina, encabezada por Sor Patrocinio, la monja de las llagas, el padre Claret, confesor de la reina, y el nuevo favorito de la Reina Miguel Tenorio.

Sor Patrocinio
Sor Patrocinio e Isabel II, la monja de las llagas fue una de las peores influencias

A partir de 1861 la cohesión interna del partido que sustentaba al gobierno se fue rompiendo al carecer de una firme base ideológica y basarse casi exclusivamente en una comunidad de intereses. En marzo de 1863 O´Donnell pidió a la reina la disolución de las Cortes para contar con un parlamento más afín. Pero Isabel II se negó, entre otras razones por la oposición de O´Donnell a que la Reina Madre, María Cristina de Borbón, volviera a España. Entonces el Presidente presentó su dimisión, que fue aceptada y el Marqués de Miraflores fue nombrado nuevo presidente de gobierno, de esta manera el partido moderado volvía al poder.

Miraflores se tuvo que enfrentar a una fuerte oposición parlamentaria por lo que suspendió las sesiones de las Cortes el 6 mayo y finalmente obtuvo de la reina el decreto de disolución a mediados de agosto de 1863. El gobierno del Marqués de Miraflores duró sólo 10 meses, debido principalmente a que no le apoyaba ninguna de las facciones del partido moderado. Le sucedió Lorenzo Arrazola del partido moderado histórico, pero su gobierno sólo duró 40 días. Su final se debió a que varios ministros prefirieron dimitir antes que ceder a la presión del rey consorte a firmar una concesión del ferrocarril para el financiero José de Salamanca de quien iba a recibir una millonaria Comisión.

El elegido por la reina en este momento fue el moderado Alejandro Mon por lo que los progresistas se sintieron engañados al ver incumplida la promesa de que serían llamados por la corona formar gobierno. Así en el banquete del 3 mayo 1864, se reunió a más de 3000 personas, se adoptó el lema o todo o nada e incluso Práxedes Mateo Sagasta habló de dinastías marchando su destierro.

El gobierno de Alejandro Mon sólo logró mantenerse en el poder durante seis meses, hasta que en septiembre de 1864 los ministros de la unión liberal dimitieron para forzar la caída del gobierno. Su única obra importante fue la aprobación de una ley de imprenta, y que fue redactada por Cánovas del Castillo.

Entonces la reina llamó el 17 septiembre de 1864 a Narváez, el único político que podría unir tras de sí a un partido moderado muy dividido. Narváez siguió con la política conciliadora de los gobiernos anteriores, por lo que pactó O´Donnell la alternancia del poder entre moderados y unionistas.

Pero cuando Narváez convocó elecciones, los progresistas se mantuvieron en su postura del retraimiento afirmando que sólo la abandonarían si la reina le llamaría gobernar, volviendo a repetir el "o todo o nada". Narváez abandona política de conciliación escudándose hacia posiciones autoritarias que radicalizaron la actitud de los progresistas, llegando incluso a la insurrección y a desarrollar un discurso anti dinástico.

La situación empeoró cuando Emilio Castelar publicó dos artículos: "¿De quién es el patrimonio real?", Y "el rasgo", que se referían a la decisión de la reina de ceder el 75% del patrimonio real al patrimonio nacional para que fuera vendido y así hacer frente al déficit del estado, conservando para sí el 25%. Emilio Castelar opinaba que no existía tal gesto porque lo que había hecho la reina en realidad había sido apropiarse del 25% con patrimonio era del país no de ella. La reacción del gobierno de Narváez fue virulenta. Separó de su cátedra de historia de la Universidad de Madrid a Emilio Castelar, y a los profesores que se solidarizaron con él también les apartó de su cátedra. Igualmente se destituyó al rector de la Universidad por negarse a a instruir los expedientes contra sus compañeros. El ministro de la gobernación declaró el estado de guerra en previsión de los incidentes que podrían ocurrir, y el 10 abril, el día de San Daniel, cuando el nuevo rector debía jurar su cargo, los estudiantes se manifestaron por las calles de Madrid en defensa del rector depuesto. Entonces el gobierno sacó a la calle a la guardia civil y cuando los guardias llegaron a la puerta del sol hubo 11 muertos y 193 heridos, estos trágicos sucesos serían conocidos como la noche de San Daniel.

Castelar
Emilio Castelar, profesor de Historia y escritor, cuyos artículos levantaron al pueblo

Esta situación convenció a la reina de que debía destituir a Narváez, aunque aun espero dos meses hasta que el 21 junio 1865 volvió a llamar a O´Donnell, quien nuevamente formó gobierno apoyado la unión liberal. La política que emprendió estuvo dirigida a afianzar al unión liberal como alternativa liberal del régimen isabelino, mientras el partido moderado representaba la alternancia conservadora, poniendo así las bases para el turno pacífico entre los dos partidos dinásticos, y de esta manera consolidar la monarquía constitucional de Isabel II.

O´Donnell incluso intentó formar un gobierno de coalición entre unionistas y progresistas, pero se frustró el proyecto. Después, ofreció a Prim un amplio grupo parlamentario para los progresistas en las futuras elecciones pero en la junta general del partido su protesta fue derrotada. Al no conseguir que su partido apoye la vuelta a las Instituciones, Prim optó por la vía del pronunciamiento para que la reina lo nombrase Presidente de Gobierno. Así en enero de 1866 se pronunció la localidad madrileña de Villarejo de Salvanés pretendiendo dar un golpe exclusivamente militar, sin contar con los civiles, al frente de los regimientos de Calatrava y Beilén intentó marchar hacia Madrid pero pronunciamiento fracasó porque otras unidades militares no subieron al mismo.

Juan Prim
Juan Prim, héroe militar español.
El fracaso hizo que prima apoyará la línea mayoritaria de su partido basada en el retraimiento y el alianza con los demócratas, y a partir de entonces se dedicara en cuerpo y alma a preparar una insurrección que derribará la monarquía de Isabel II.

Pero no solamente había en crisis políticas en el año 1866 estalló una grave crisis financiera. El detonante de esta crisis fueron las compañías ferroviarias, que arrastraron con ellas a bancos y sociedades de crédito. A raíz de la aprobación durante el bienio progresista de la ley de ferrocarriles muchos inversores habían dirigido sus capitales hacia compañías ferroviarias cuyas acciones experimentaron un gran auge alimentando así una espiral especulativa. Pero cuando empezaron a explotarse las líneas se vio que las expectativas de beneficio eran exageradas y el valor de las acciones de las compañías ferroviarias se desplomaron.

El primer sector afectado fue la industria textil catalana, como consecuencia de la escasez de algodón abocada por la guerra de secesión norteamericana. Los resultados fueron múltiples: quiebras bancarias, falta de liquidez, descenso de la producción de hierro y un retraimiento económico general.

En todo este ambiente económico estalló la sublevación del cuartel De San Gil que si bien acabó siendo un rotundo fracaso provocó la destitución del presidente del gobierno. De esta manera Narváez volvía a ser nombrado presidente del gobierno.

El General Narváez optó por una política autoritaria depresiva, suspendiendo las garantías constitucionales y decretando el cierre temporal del parlamento. Éstas medidas hicieron imposible el turno de poder con la Unión liberal, y optó por hacer el vacío en palacio.O´Donnell, líder de la unión liberal, propuso incluso la abdicación de Isabel II  en favor de su hijo Alfonso. No obstante en 1867 fallecía O´Donnell y la Unión Liberal, dirigida entonces por el General Serrano se unió al Pacto de Ostente, firmado un año antes por progresistas y demócratas y que se resume en: destruir lo existente en las altas esferas del poder; nombramiento de una asamblea constituyente, bajo la dirección de un gobierno provisorio, la cual decidía la suerte del país, cuya soberanía era la ley que representase, siendo elegida por sufragio universal directo.

Se convocaron nuevas elecciones para principios de 1867, y en estas elecciones la influencia del gobierno dio una mayoría tan aplastante a los diputados ministeriales de la unión liberal que prácticamente les dejó sin oposición. Además se suprimió el voto de censura, reduciendo así sensiblemente su capacidad para controlar al gobierno y declararon al gobierno libre de responsabilidad de lo que hubiera hecho o legislado por decreto cuando estaban cerradas.

El 23 abril 1868 fallecía al General Narváez y la Reina, que ya no pudo recurrir a O´Donnell que también había fallecido, nombró al ultraconservador Luis González Bravo nuevo Presidente del Gobierno. Enseguida, cerró las Cortes y mandó detener y desterrar a los principales generales de unión liberal. La respuesta de la oposición anti dinástica fue el pacto de Bruselas del 30 junio 1868 en el que se ratificaron los objetivos del pacto de Ostende.

Una prueba más del aislamiento en que se encontraba el régimen isabelino fue el decreto que promulgó el gobierno julio de 1868 por el que se desterraba de España al Duque de Montpensier y a su esposa, hermana de la reina, ya que se sospechaba que aspiraba al trono.

En todo este contexto estalló la revolución de 1868. El 16 septiembre el General Prim llegó a Cádiz procedente de Londres, vía Gibraltar, y dos días después, el 18 septiembre, se sumaba el almirante Juan Bautista Topete. El 19, tras la llegada desde Canarias del General Serrano y del resto de los generales unionistas comprometidos, Topete leyó un manifiesto en el que se justificaba el pronunciamiento que acaba con un grito de ¡viva España con honra!. En los días siguientes el levantamiento se fue extendiendo por el resto del país, empezando por Andalucía.

 General Serrano
El General Serrano, primero amante y luego "verdugo" del reinado de Isabel

El mismo día que se hizo público el manifiesto los sublevados, Luis González Bravo aconsejó la Reina Isabel II que a él le sustituyese en la presidencia un militar, dimitiendo en favor del General José Gutiérrez de la Concha. El nuevo Presidente organizó en Madrid un ejército como pudo, dado a la falta de apoyo que encontró y lo mandó a Andalucía a la vez que aconsejaba la Reina que volviera a Madrid desde San Sebastián donde se encontraba de veraneo. Poco tiempo después el general de la concha se ponía en contacto nuevamente con la reina indicándole que era mejor que se quedarán San Sebastián debido a la situación de las fuerzas leales.

Batalla Alcolea
Batalla del Puente de Alcolea, final de la Revolución Gloriosa.
El 28 septiembre tuvo lugar la decisiva batalla de Alcolea, Córdoba, en la que la victoria fue para las fuerzas sublevadas al mando del General Serrano que contaron con el apoyo de millares de voluntarios armados. Al día siguiente el levantamiento triunfó en Madrid y el 30 Isabel II abandonaba España desde San Sebastián. Entonces termino toda resistencia de las fuerzas leales a la reina y el 8 octubre se formaba un gobierno provisional presidido por el general serrano. Se sellaba así el triunfo de la que sería llamada la revolución de 1868 o la gloriosa que había puesto fin al reinado de Isabel II.

Gobierno provisional
Gobierno provisional de España tras la Gloriosa

2 comentarios:

  1. Un tanto sesgado e idealizado vuestro análisis.
    La creación de la Guardia Civil no fue para defender a las personas, fue para reprimir y controlar en especial al campesinado al cual se le estaba privando de sus costumbres y forma de vida como era el Comunal ( que venia de hacia siglos)por ello y por otras cuestiones había enfrentamientos con las autoridades. La Guardia Civil fue un cuerpo represivo que asesino a mujeres y niños hasta bien entrado el siglo XX. Así que de eso de que fue creado para defender a las gentes es la típica mentira para justificar y excusar su creación.
    Los verdaderos héroes y por quien puedo sentir algo es hacia las gentes humildes que habitaban la península y tenían que buscarse la vida para sacar adelante a sus hijos y se veían obligados a morir en nombre de no se que Rey al cual no le importaba nada mas que sus propios intereses , ambiciones y no se preocupaban por nada de esas gentes.
    Ya se sabe que la historia la escriben los vencedores pero si queremos revisar la historia y aprender de ella pienso que debe ser con rigor histórico y objetividad en su análisis aunque nos pueda doler o no gustar, pues hacer un análisis desde la oficialidad es lo mas sencillo que hay y no aprendemos nada.
    Gracias y un saludo.

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    1. Hola Antonio, respeto tu opinión pero no la comparto, puesto que el nacimiento de dicho cuerpo responde a la necesidad de proteger al pueblo de los bandoleros. Otra cosa es que en épocas concretas como por ejemplo durante el franquismo, tanto este cuerpo como otros se manipularon a imagen y semejanza del régimen existente en ese momento.
      En la actualidad, es un cuerpo que garantiza el cumplimiento de las leyes, otra cosa es que no estemos conformes con ellas (que a lo mejor ellos a título personal no comparten), pero este cuerpo no las crea sino que hace cumplir lo que ordena el poder judicial.
      No creo que pueda llamarse opresor a la labor que realiza por ejemplo el Seprona (Servicio de Protección a la Naturaleza), que es una parte de este cuerpo, y se dedican a la defensa del medio ambiente, protección de la fauna y flora, y a evitar que cazadores furtivos e indeseables envenenen animales en peligro de extinción como el lobo, el lince o el oso. También hay que recordar a esos Guardias Civiles que son los primeros en prestar apoyo humanitario a los inmigrantes que llegan cruzando el Estrecho a nuestro país, dándoles alimento, agua y mantas. Otra cosa es que después se vean obligados a ejecutar una orden de expulsión dictada por un juez, sin que sepamos qué opinan ellos sobre este tema.

      Sin embargo, como bien dices, los héroes tanto en aquellos tiempos como ahora y creo que siempre, hemos sido el pueblo, que somos los sufridores y afectados de todas las decisiones de cualquier gobierno.
      Saludos!

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