Ruta por la Historia: Fernando VII, el Rey felón que traicionó a España. Parte 2

Ruta Por La Historia

Ruta Por La Historia

viernes, 21 de octubre de 2016

Fernando VII, el Rey felón que traicionó a España. Parte 2



Dejábamos la primera entrada sobre la biografía de Fernando VII con la victoria de los liberales, tras el intento de Golpe de Estado de Riego, y la aceptación por parte del monarca de la Constitución de 1812 y de los principios del liberalismo, este periodo se conoce como "El Trienio Liberal"

Manifiesto Fernando VII
Manifiesto del Rey en el que acepta el liberalismo


Trienio Liberal


Por fin se aplicaba la Constitución de 1812 con el monarca residiendo en el país, y sobre todo en situación de paz. No obstante, el propio Rey, absolutista acérrimo, intentó de todas las maneras posibles obstruir las medidas de los gabinetes liberales para hacer ver la inoperancia de ese sistema.

El 6 marzo de 1820 Fernando VII acepta la Constitución y, dos días más tarde, se crea una Junta Provisional Consultiva que coexiste durante cuatro meses con el gobierno provisional, conocido como el de los presidiarios, dado que la mayoría de sus miembros habían sido presos políticos en el periodo anterior. Esta nueva etapa comienza con la disolución de la Junta Provisional y la convocatoria a Cortes para la elección de los diputados. La apertura de Cortes y el juramento de Fernando VII a la Constitución tiene lugar el 9 de julio de 1820. 

Jura de la Constitución de Fernando VII,
Jura de la Constitución de Fernando VII, aunque la jure siempre intentará boicotearla
Estas Cortes tienen una composición mayoritariamente moderada que intenta seguir el proceso de reformas liberales interrumpido en mayo de 1814, pero paulatinamente las posturas se radicalizan, provocando la separación de los liberales en dos bloques: los doceañistas, partidarios de mantener un equilibrio de poderes compartidos entre las Cortes y el Rey, tal como quedaba estipulado en la Constitución de 1812, y por estas ideas son también conocidos como los moderados; y los veinteañistas, partidarios de crear una nueva constitución, la de 1820 de ahí su nombre, en la que el Rey quedaría en clara sumisión a la Soberanía Nacional; por todo ello fueron conocidos como los exaltados.

Durante el Trienio se va a aplicar una política claramente anticlerical, aprobándose la expulsión de los jesuítas, la abolición del diezmo, la supresión de la Inquisición, la desamortización de los bienes de las órdenes religiosas... No obstante, los moderados frenan todas aquellas reformas de índole más democrática para limitar el alcance de la revolución, y esto provocará peleas en el seno de los liberales y por tanto del Trienio. El primero en sufrir estas peleas será Rafael del Riego a través de la decisión del Marqués de las Amarillas, Ministro de Guerra, de disolver el Ejército de la Isla. Riego llega a Madrid para hablar con el Rey y dirigirse a las Cortes y la anécdota de unas entonaciones del "Trágala" en una representación teatral a la que asistía fue suficiente para acusarle de instigar una sublevación republicana. No obstante, la situación política es tal, que es nombrado, en noviembre de 1820, capitán general de Aragón, por lo que se trasladó a Zaragoza.

Rafael del Riego
Rafael del Riego, héroe pero primera victima de las peleas de los liberales
Mientras, Evaristo Pérez de Castro, Ministro de Gracia y Justicia, decretó la amnistía de julio de 1820, que permitió el regreso a España de los afrancesados que se habían exiliado como consecuencia de la represión y persecución ejercida contra ellos por Fernando VII. El Rey, como hemos dicho intentará desestabilizar a los gabinetes liberales, y como ejemplo podemos tomar lo ocurrido el 1 marzo de 1821, en la apertura de la segunda Legislatura, donde Fernando VII pronuncia el famoso discurso de la coletilla, en el que critica a todo el gabinete del ejecutivo, que tras ser cesado da paso a un nuevo Gobierno.

Tras las segundas elecciones, que tuvieron lugar en marzo de 1822, las nuevas Cortes, presididas por Riego, estaban claramente dominadas por los exaltados aunque Francisco Martínez de la Rosa, moderado, dirigía el Gobierno. La tensión entre moderados y exaltados era cada vez mayor, y Fernando VII la intentó hacer estallar potenciando una sublevación militar, la Sublevación de la Guardia Real.

Francisco Martínez de la Rosa
Francisco Martínez de la Rosa, liberal victima de las intrigas de Fernando VII
El 30 de junio 1822 cuando Fernando VII regresaba a Palacio tras el cierre de las Cortes, una manifestación insultó y apedreó a la Guardia Real, que finalmente cargó a bayoneta contra los manifestantes. El Gobierno, para evitar un levantamiento del pueblo contra la Guardia Real, ordenó su acuartelamiento; y, con la intención de que la Guardia no se revelase, ordenó el acuartelamiento de la Milicia Nacional, un cuerpo nacido en la Guerra de la Independencia que estaba separado del ejército regular y compuesto por infantería y caballería y cumplían tareas de seguridad, orden y paz en el interior del país; y que defendía las ideas liberales en España.

No obstante, surgió un rumor, el Gobierno pretendía disolver a la Guardia Real, y cuatro batallones de la Guardia abandonaron Madrid y se reunían en el campo llamado de los Guardias, actualmente sería la manzana comprendida entre las calles Cea Bermúdez, Bravo Murillo e Islas Filipinas de Madrid, y que se llamaba así por los guardias que custodiaban un polvorín que  había, una vez reunidos marchan hacia El Pardo; mientras los dos batallones restantes permanecían en el Palacio Real. El Gobierno por su parte movilizaba a la Milicia Nacional. 

Palacio Real de El Pardo
Palacio Real de El Pardo, residencia de Fernando VII
Los guardias sublevados fueron recibidos por Fernando VII, quien quiso aprovechar la situación para retornar al absolutismo, y convocó una Junta compuesta del Ministerio, del Consejo de Estado, del Jefe Político, del Comandante General y de los Jefes de los Cuerpos del ejército. El Gabinete de Ministros, teniendo en cuenta la situación, sospechando de las intenciones del monarca y que la Constitución no preveía lo ordenado, no le dio curso.  En la madrugada del 7 julio los batallones de El Pardo avanzaron hacia Madrid y se dirigieron a la Plaza Mayor donde se enfrentaron a las Milicias Nacionales comandadas por Francisco Ballesteros, y a pesar de que la Guardia Real era superior en número y experiencia, el espíritu de lucha de la Milicia les dio la victoria a los gubernamentales.

7 de julio en la Plaza Mayor
Jornada del 7 de julio en la Plaza Mayor de Madrid.

Tras la victoria, el Gobierno recibió una nota firmada por los representantes de las Cortes europeas donde se hacía responsable al gobierno de la persona y posición del Rey, esta nota provocó una enemistad generalizada hacia Fernando VII, y aumentó el poder de los liberales exaltados. Finalmente, Francisco Martínez de la Rosa dimitía y era sustituido por Evaristo Fernández de San Miguel, los exaltados alcanzaban el poder.

Pero este nuevo Gabinete también se tuvo que soportar las intrigas generadas por Fernando VII, esta vez lejos de Madrid, en Urgel. El 18 de agosto de 1822, tras la toma de la Seo de Urgel por las partidas absolutistas que operaban en la zona, el Marqués de Mataflorida, exiliado en Toulouse, se quiso crear un verdadero gobierno que rivalizara con los liberales en el control de la monarquía.

Bernardo Mozo de Rosales
El Marqués de Mataflorida, instigador y seguidor de Fernando VII
Poco después se unieron Jaime Creus Martí, Arzobispo de Tarragona y que fue nombrado Presidente de la Regencia; y el Barón de Eroles, quien junto al Marqués de Mataflorida actuarían como vocales de la misma. Desde la Regencia de Urgel se lanzaba un Manifiesto al resto de la nación, en el que se proclamaba a Fernando VII como monarca absoluto; la invalidez de las ordenes dadas por Fernando VII hasta ese momento debido a su falta de libertad de decisión; y ofrecimiento de respeto de fueros y demás privilegios por parte de la Regencia y del monarca. No obstante, gran parte de los llamados realistas no aceptaron la oficialidad de esta Regencia, por lo que rápidamente cayó en descrédito, y esta falta de apoyos dejó a la Regencia anclada en la Seo de Urgel, lo que permitió al Gobierno enviar a un ejercito comandado por Francisco Espoz y Mina, que tomó la población, acción por la que fue ascendido a Teniente General y condecorado con la Cruz de San Fernando.

Espoz y Mina
Francisco Espoz y Mina, último militar en sofocar un levantamiento contra el liberalismo


Los Cien Mil Hijos de San Luis

El 26 de septiembre de 1815 tras la victoria sobre Napoleón, los tres monarcas vencedores, Austria, Rusia y Prusia, formaban la Santa Alianza, prometiendo mantener en sus relaciones políticas los «preceptos de justicia, de caridad y de paz», basando las relaciones internacionales en el cristianismo y se declaraba abierta a quien aceptara esos principios. Pocos días después, el 20 de noviembre de 1815 Austria, Prusia, Rusia e Inglaterra firmaban la Cuádruple Alianza con el fin de evitar una nueva guerra europea por lo que se promovía la celebración de conferencias para llegar a acuerdos sobre los asuntos europeos, nacía así la Europa de los Congresos. En 1818, en el Congreso de Aquisgrán, Francia se unió a los acuerdos de la Cuádruple, pasando a denominarse Quíntuple Alianza.

Santa Alianza
Sta. Alianza: Alejandro I de Rusia (izq), Francisco I de Austria (centro) y Federico Guillermo III de Prusia (dcha) 
A estas alianzas se dirigió el Rey Fernando VII, solicitando ayuda para el restablecimiento del Absolutismo en España, el mismo sistema que estaba impuesto en Rusia, Austria, Prusia y ahora Francia, por lo que su solicitud fue recibida con entusiasmo.

A partir de ese momento los acontecimientos se precipitaron, el 26 de enero de 1823 Francia procedía a retirar a su Embajador en Madrid, y dos días después, Luis XVIII de Francia pronunció un discurso en la apertura de las Cámaras diciendo que "cien mil franceses estaban dispuestos a marchar invocando al Dios de San Luis para conservar en el trono de España a un nieto de Enrique IV". Este ejército, que pasará a la Historia como los Cien Mil Hijos de San Luis, estuvo bajo el mando de Luis Antonio de Francia, el Duque de Angulema.

Duque de Angulema
El Duque de Angulema, Comandante de los Cien Mil Hijos de San Luis
Con el objetivo de terminar con los liberales en el gobierno, las tropas francesas se dividieron en dos, Angulema y casi 80.000 hombres entraron por el Bidasoa; mientras que Moncey penetró por Cataluña, donde las tropas españolas, comandadas por Espoz y Mina intentaron sin éxito frenar su avance. Las fuerzas españolas eran débiles y sobre todo estaba muy desmoralizadas, lo que permitió que los franceses ocupasen Madrid, por lo que el Gobierno decidió trasladarse a Andalucía, llevando con ellos a Fernando VII.

Cien Mil Hijos de San Luis
Avance de los Cien Mil Hijos de San Luis en España
Hasta el 11 de junio Sevilla fue la capital de España, pero los franceses cercaba la ciudad, por lo que la capitalidad se trasladó a Cádiz, la resistente a Napoleón, llevándose nuevamente al monarca con ellos. Tras la comitiva marcharon los franceses que sitiaron Cádiz, aunque la férrea resistencia gaditana no permitió que cayese en sus manos. Pero la situación era insostenible, por lo que los liberales llegaron a un acuerdo con el monarca: Fernando VII prometía defender la Constitución liberal y a cambio saldría de Cádiz para parlamentar con Angulema. Los franceses aceptaron estos términos, pero una vez más Fernando VII se comportaría de una manera traicionera, ya que al salir de la ciudad se unió a los invasores franceses y decretó la abolición de la Constitución de 1812 y de los principios liberales, de esta manera moría el Trienio Liberal y la oscuridad del Absolutismo retornaba a España.


Década Ominosa

España retornaba en el tiempo, se perdían todas las libertades ganadas, una estricta censura, se confeccionó un arcaico y reaccionario plan de estudios; y una fuerte represión antiliberal recorría todas las ciudades del país. Muchos de los cabecillas liberales consiguieron huir hacia Inglaterra, pero otros como Rafael del Riego corrieron peor suerte.

El 14 de septiembre, en la Batalla de Jódar había sido herido, y un día después, tras la derrota, fue traicionado por sus hombres quienes le abandonaron a su suerte, una suerte que no le acompañó, ya que cayó preso de las tropas francesas. Debido a su importancia fue trasladado a Madrid, donde pidió perdón y clemencia a Fernando VII, quien se le denegó. El 7 de noviembre de 1823, fue arrastrado en un serón hacia el patíbulo situado en la Plaza de la Cebada en Madrid y ejecutado en la horca.

Riego ejecución
Traslado de Rafael del Riego a la horca
No obstante, tal como había pasado en el Trienio liberal con la separación entre moderados y exaltados, en este periodo se produce una escisión en las fuerzas absolutistas. Por un lado nos encontramos a los "reformistas", que aun siendo absolutistas, abogan por tomar medidas acordes a las recomendaciones de la Santa Alianza que pretenden suavizar el Absolutismo y evitar de esta manera nuevos levantamientos liberales; frente a ellos están los llamados "ultras", quienes no quieren tocar nada del Absolutismo, incluyendo la vuelta de la Inquisición, algo que Fernando VII no había aprobado aún aconsejado por los "reformistas". Este bando "ultra" tiene un valedor, el hermano del Rey, Carlos María Isidro de Borbón, que comenzaba a ser llamado Carlos V de España por los miembros "ultra".

Este enfrentamiento entre estos bloques dio lugar a la Guerra de los Agraviados. Por un lado estaban los ultras, quienes produjeron varios intentos por ocupar diversas plazas en nombre del pretendiente Don Carlos, sin embargo, la población no se sumó a la sublevación, lo que les hizo perder el empuje inicial. Meses después, en julio de 1827, se incorporaron a este movimiento de oposición a Fernando VII: los campesinos; los jefes militares descontentos por el trato que el Rey tenía con ellos; los voluntarios realistas, contrarios a los derroteros que tomaba el Rey. Se organizaron bajo la autoridad de una Junta superior provisional con sede en Manresa. Y rápidamente este germen revolucionario se extendió por Vic y Cervera.

Agraviados
Revuelta de los agraviados

A comienzos de septiembre, el gobierno se decidió a intervenir, se adoptaron dos medidas importantes: en primer lugar la reunión de un contingente de tropas al mando del Conde de España para hacer frente a los insurrectos, con un ejército de 20.000 hombres y en Daroca estableció su cuartel general; en segundo lugar, la visita del Rey para disipar toda duda acerca de su supuesta falta de libertad. Fernando VII salió de Madrid el 22 de noviembre, llegando a Tarragona el 28, donde pidió a los sublevados que abandonasen las armas, y sólo los lideres revolucionarios serían juzgados.

La presencia del Rey, y el potente ejército establecido en Daroca, provocaron que los sublevados comenzasen a abandonar las armas, la revuelta fue cediendo terreno y en menos de un mes toda Cataluña se encontró aparentemente pacificada, aunque se considera el precedente de las Guerras Carlistas.

Por su parte los liberales no pretendían quedarse de brazos cruzados, querían acabar con el Absolutismo como fuese, y uno de los que intentó hacerlo fue Torrijos, General liberal que tuvo que huir de España tras la victoria de los Cien Mil Hijos de San Luis.

General Torrijos
El General Torrijos, instigador de un levantamiento contra Fernando VII
El 24 de abril de 1824 Torrijos embarcó hacia Inglaterra, donde estuvo bajo el amparo del Duque de Wellington, que por entonces era Primer Ministro británico. Poco después los exiliados liberales españoles residentes en Inglaterra crearon el 1 de febrero de 1827 una Junta directiva del alzamiento en España, presidida por Torrijos. Tres años después, Torrijos expuso un plan de penetración "en circunferencia" en la Península para atacar el centro que se iniciaría con la entrada en España de los exiliados en Londres encabezados por él mismo y que sería la señal para el levantamiento. «La nación estaba dispuesta para un cambio», afirmó, y confiaba «en los liberales del interior de España, quienes, desde diversos puntos, reclaman nuestra ayuda». El plan fue aceptado y Gibraltar fue escogida como cabeza de puente.

La primera tentativa de insurrección tuvo lugar en enero de 1831 cuando Torrijos intentó marchar sobre La Línea de la Concepción, con el objetivo de alcanzar Algeciras. No obstante, un grupo de liberales acabó con la vida del gobernador de Cádiz, lo que fue interpretado equivocadamente por la guarnición de San Fernando para iniciar un levantamiento que resultó un fracaso, al mismo tiempo que desde el Campo de Gibraltar había salido un grupo de unos 200 hombres que recorrieron la Serranía de Ronda hasta que fueron capturados por los Voluntarios realistas.

Finalmente, Torrijos fue victima de un engaño, el Gobernador de Málaga, Vicente González Moreno, haciendose pasar por un liberal apodado Viriato mantenía correspondencia con Torrijos, indicándole que el mejor lugar para el desembarco sería la costa de Málaga, donde tendría asegurado el apoyo de las guarniciones y donde todos los liberales estaban dispuestos a secundarle. Torrijos hizo caso de estas indicaciones, El 30 de noviembre zarparon desde Gibraltar dos embarcaciones con sesenta hombres encabezados por Torrijos,. Llevaban unos impresos de un Manifiesto a la Nación, La mañana del 2 de diciembre, divisan las playas malagueñas, pero les sorprende el barco Neptuno, que abre fuego contra ellos. Torrijos manda doblar hacia la costa, pero en ese momento, los dos barcos que les han escoltado desde Gibraltar, les atacan, por lo que no les queda más remedio que llegar a las playas.

Viriato
Vicente González Moreno, alias "Viriato"

Cargando con sus armas y una bandera, los liberales, marchan hacia tierra adentro, donde todo un dispositivo se puso en marcha con el fin de capturarlos. Torrijos y sus hombres deciden marchar hacia la Sierra de Mijas, donde creen que la población les prestará ayuda . Pero en Mijas hay tropas realistas esperándoles; Torrijos ordena a sus hombres que bordeen el pueblo por la derecha, continuando su camino hacia Málaga y tras varios días de camino, descienden por la vertiente norte de la Sierra de Mijas y se adentran en el Valle del Guadalhorce.

Tras diferente encontronazos, Torrijos y sus hombres se encerraron en una antigua torre musulmana en el interior de la alquería, mientras los realistas tomaban posiciones en el exterior. El día 4 de diciembre de 1831, los Realistas de Coín abrieron fuego contra la torre, y tras un intercambio de fuego, Torrijos pidió parlamento, pero este parlamento se rompió con la llegada de más tropas realistas. Finalmente, y tras una larga espera, el general liberal mandó entonces izar una bandera blanca confiando en la palabra dada por el Gobernador de Málaga, afirmando que se respetaría sus vidas.

Los liberales fueron saliendo, dejando sus armas y su munición. Después los trasladaron hasta la cárcel, Torrijos había descubierto el engaño por parte del Gobernador, pero era tarde. A las once y media de la mañana del 11 de diciembre de 1831, Torrijos y sus compañeros fueron fusilados sin juicio previo en dos grupos en la playa de San Andrés de Málaga.

Fusilamiento de Torrijos
Fusilamiento de Torrijos y sus compañeros en San Andrés de Málaga

Problema sucesorio y muerte

Como narramos en la primera entrada referente a Fernando VII, en 1802 se había casado con su prima María Antonia de Nápoles, pero no tuvieron descendencia, ya que los dos embarazos que tuvo terminaron en aborto. Finalmente, el 21 de mayo de 1806 María Antonia fallecía de tuberculosis en Aranjuez.

María Antonia de Nápole
María Antonia de Nápoles, primera esposa de Fernando VII

Diez años después, en 1816, Fernando VII contraía matrimonio con María Isabel de Portugal, que era sobrina de Fernando. Al año de su enlace, la Reina quedaba embarazada, y el 21 de agosto de 1817, dio a luz una niña, pero falleció a los cuatro meses. Poco después, la Reina volvía a quedar embarazada, y el 26 de diciembre de 1818 se ponía de parto. No obstante el parto se complica, la Reina perdió el conocimiento sin recuperarlo y los médicos la creyeron muerta. Decidieron entonces practicarle una cesárea para extraerle el bebé, pero la niña estaba muerta, poco después la Reina también moría.

María Isabel de Portugal
María Isabel de Portugal, segunda esposa de Fernando VII
Menos de un año transcurrió hasta que Fernando VII, con prisa por tener descendencia, se casó con María Josefa Amalia de Sajonia, quien debido a la educación que había recibido, y al mas que probable deformidad genital de Fernando VII, rechazó tener encuentros sexuales con el monarca, haciendo falta incluso una carta del propio Papa, indicándole que debía acceder. No obstante, falleció prematuramente de fiebres graves en el Palacio Real de Aranjuez el 18 de mayo de 1829 sin dejar descendencia.

María Josefa Amalia de Sajonia
María Josefa Amalia de Sajonia, tercera esposa de Fernando VII

Tras la muerte de su tercera esposa, el rey anunció en septiembre de 1829 que iba a casarse nuevamente, la elegida fue María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, sobrina de Fernando y 22 años más joven. La boda se celebró el 10 de diciembre de 1829 y pocos meses después el Rey hacía pública la Pragmática Sanción de 1789 aprobada al principio del reinado de su padre, Carlos IV, que abolía la Ley Sálica.

María Cristina de Borbón-Dos Sicilia
María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, cuarta esposa de Fernando VII

En 1830, un mes después de la promulgación de la Pragmática, se anunció que la reina estaba embarazada, y el 10 de octubre de 1830 nació una niña, Isabel, por lo que Carlos María Isidro quedaba fuera de la sucesión al trono

Princesa Isabel
Retrato infantil de Isabel, la hija mayor de Fernando VII
Pero los "carlistas" no se resignaron a que la recién nacida Isabel fuera la futura reina e intentaron aprovechar su primera oportunidad con motivo de la enfermedad del Rey Fernando, lo que dio lugar a los "sucesos de La Granja" del verano de 1832. El Rey Fernando VII empeora en su ya de por si mala salud, y Maria Cristina, presionada y engañada por los ministros "ultras” influye en su esposo para que revoque la Pragmática Sanción del 31 de marzo de 1830 que cerraba el acceso al trono a Carlos María Isidro. El día 18 el rey firma la anulación de la Pragmática de la Ley Sálica, por lo que la ley que impide que las mujeres puedan reinar, vuelve a estar en vigor. Pero Fernando VII recobra la salud y el 1 de octubre destituye a los ministros partidarios de su hermano, y que han engañado a su esposa y el 31 de diciembre anula el decreto derogatorio.

Carlos María Isidro de Borbón
Carlos María Isidro de Borbón, hermano de Fernando VII y gran perjudicado del nacimiento de Isabel
Carlos María Isidro se niega a prestar juramento como Princesa de Asturias y heredera al trono a Isabel, por lo que Fernando VII le obliga a que abandone España. Así el 16 de marzo de 1833, Carlos María Isidro marcha a Portugal. Unos meses después, el 29 de septiembre de 1833, Fernando VII muere, iniciándose una guerra civil por la sucesión a la Corona, la Guerra Carlista.

Muerte de Fernando VII
Muerte de Fernando VII, tras esto comienza una guerra civil por su sucesión

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Escríbenos un comentario si quieres darnos tu opinión